“… Vemos alegres escenas grupales, observamos a Daniel Condamines como una amplia ave de rapiña o a Olatz Arabaolaza cuando, al mismo tiempo que un temblor tierno se extiende por sus extremidades, le sigue un grupo de personas que se arrastra dificultosamente hacia allí… Todo se ensambla, a través de la contraposición de solos y escenas grupales, el lema de la obra parece bien hecho, elegante, equilibrado… De repente se desgarra la fachada, sale a la luz una obra de danza-teatro, que no se mueve más en terreno seguro… En sus inicios Goldin no se había atrevido de manera semejante en la búsqueda de esa forma… Y en general ahí comienza la novedad… se trata de descubrir un elenco de danza… Y sin embargo todos actúan autónomos, no muestran una parte de su propia alma. Y porque Goldin es capaz de liberar esa energía en su compañía, adquieren las escenas grupales una nueva calidad: surreales, de muchas capas, poéticamente onírica…”
Stefan Hessbrüggen, Münstersche Zeitung, 5 de junio de 2000
“… “Die anderen Leute” (La otra gente) llama Goldin a su nueva producción para el Teatro Municipal. Relata en escenas tan perturbadoras como poéticas, mayormente en cámara lenta, sobre fascinantes fluctuaciones humanas entre pertenencia y rechazo, de cercanía y distancia… Personas en búsqueda de sí mismos y de otros… Pero lo que Goldin muestra realmente es danza pura: desde las primeras cuidadosas interacciones grupales hasta el final casi exageradamente grotesco. Las poses de modelo fluyen de manera evidente dentro de un muy claro lenguaje de movimiento, que es como una caligrafía que conoce los grabados pero no las volutas superficiales.”
Markus Küper, Westfälische Nachrichten, 5 de junio de 2000
“… Con estos impresionantes, y variados cuadros escénicos, alrededor del simple hecho de que cada persona (también en grupo) es un individuo, Goldin logró una obra de danza, de hora y media de duración, con una fuerte expresividad, que transcurre como volando… El público entusiasta.”
Silke Rehren, Westfälischer Anzeiger, 5 de junio de 2000
“… “Die anderen Leute” (La otra gente), como el director del Tanztheater de Münster Goldin llama a su nueva coreografía, son a primera vista simplemente ‘otros’. Pueden permanecer desconocidos o convertirse en amigos… Lo que sin embargo es fascinante en su estudio de danza rico en significados y abstracto al mismo tiempo, es el virtuosismo multifacético y el carisma individual de sus bailarines… Goldin despliega todo el panorama de tragedias personales, de luchas por la existencia o por los sueños, con sus ocho absolutamente diversos bailarines, pertenecientes a casi la misma cantidad de naciones y culturas, en una obra de arte total. Entretanto el público de Münster aprecia al silencioso poeta de la danza-teatro alemana y celebra enérgicamente al elenco fuera de serie.”
Marieluise Jeitschko, Neue Osnabrücker Zeitung, 7 de junio de 2000
“… Predomina la belleza melancólica, a veces lo agradable. Al público de la sala colmada le ha gustado. Aplaudieron sostenidamente y de manera enérgica. Con fundamento. Por los cuadros escénicos. Por los excelentes bailarines. Por la composición de movimientos e iluminación…”
Marcus Termeer, taz münster, 8 de junio de 2000
“… El director del Tanztheater de Münster, el argentino Daniel Goldin, sostiene a lo largo de noventa minutos, permaneciendo en el nivel de la danza, con su obra “Die anderen Leute” (La otra gente), un buen balance entre la pesadilla y un pasar relajado, entre la ironía y el significado profundo. Al confrontarla con las excursiones de exploración del propio cuerpo, de las cuales especialmente nuestra escena de danza independiente está llena, es una obra pasada de moda: no hay cuerpos desnudos, no hay desfiguraciones o contorsiones en los rostros o en los miembros. Pero es un hecho que la coreografía de Goldin, sin nutrirse del kitsch, integra de manera relajada, en la más humana de todas las formas artísticas, la danza, las alusiones mas tristes - al holocausto y a la justicia del linchamiento-, gana una fuerza, que se eleva muy alto por encima del promedio de las nuevas obras de danza.”
Jochen Schmidt, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 15 de junio de 2000