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Schwarze Engel

Una Noche Lorquiana

“Federico García Lorca fue un poeta regionalista, pero no en un sentido sentimental… El artista español de las palabras se hizo conocer especialmente como autor teatral. Muy pocos saben la fuerza explosiva que poseen sus efímeros y agonizantes versos. Daniel Goldin se atrevió con esto a un experimento poético, donde la lírica atiborrada del literato popular está en el centro de un fogoso conjuro del destino y de esta manera, la deja actuar tanto visualmente como a través de la palabra. El estreno de “Schwarze Engel” (Ángeles negros) fue un homenaje a una época perdida, repleta de añoranza nostálgica, melancolía conmovedora e ira política.
El excelente proyecto de Goldin une tres ramas teatrales: baile, canto y actuación. En un ambiente seductor de un Salón con terciopelos rojos, una araña de cristal y luz de velas, un canapé y una radio antigua se encuentran sus artistas del movimiento para bailar. Los hombres con trajes elegantes, crean figuras, con matices hasta en la punta de los dedos, de una liviandad juguetona y una añoranza desesperada, mientras que la brillante Annarita Pasculli, revoloteando alrededor como dama del abanico, está en el pulsante centro erótico. La conquista amorosa y la danza macabra están entre ellas entretejidas orgánicamente. Se suma a ello la entonación con un entusiasmo solemne de los versos de Lorca por parte de Ekkehard Freye, mayormente del ciclo “Poema del cante jondo” y del “Romancero gitano”. La soprano Suzanne McLeod revive con un claro timbre, canciones populares españolas acompañadas al piano por Wolfgang Wiechert. Una obra de arte total, que capta el hilo aparentemente sin sentido, que va desde la escena de teatro de títeres a la Guardia Civil asesina, o desde la oda al amigo de Lorca, Salvador Dalí, hasta la romántica lluvia de pétalos de origen andaluz. Hacia el final, Goldin hace leer extractos del texto “Charla sobre el teatro”, en el cual será revindicada la acción social sobre el escenario. Un irónico cuestionamiento propio, que brota de la magia especial de un homenaje al más grande poeta español.”

Patrick Wildermann, Münstersche Zeitung, 17 de junio de 2002


“Alrededor de los poemas, Goldin construyó un collage constituido por canto y danza expresionista. El actor Ekkehard Freye recita los versos sobre el destino, la muerte y el amor no correspondido… La bailarina Annarita Pasculli y sus cinco correligionarios traducen escénicamente las imágenes literarias. Las correspondientes coreografías grupales pertenecen a lo más fuerte del espectáculo. Goldin permanece detenido en su puesta en escena en la época de García Lorca… Lo que se ve es una copia de los salones artísticos madrileños… Se insinúan detalles de la vida de García Lorca como por ejemplo la amistad con Luis Buñuel y Salvador Dalí. De manera muy fuerte representa el argentino el final del poeta, que durante la guerra civil española en 1936 fue ejecutado por los cómplices de Franco. Entrecortado, describe Freye cómo la Guarda Civil toma por asalto un campamento gitano. Los bailarines se hielan y se cubren la cabeza - la España íntegra se avergüenza. Y el último recurso del vencido es la ironía: las escenas de tortura en el cuartel policial van a parar a un teatro de títeres, el subteniente-guardia aparece consecuentemente como manopla de madera…”

Jörn Funke, Westfälischer Anzeiger, 17 de junio de 2002


“… Daniel Goldin muestra una paleta de música, texto, danza y canto. El actor Ekkehard Freye recita los poemas de García Lorca, como quizás el mismo poeta los haya recitado en los cafés. La soprano Suzanne McLeod entona viejas canciones populares españolas, para las cuales el mismo Lorca compuso nuevos arreglos musicales, y cinco bailarines y una bailarina relatan con sus cuerpos el mundo de García Lorca… Es muy bueno que Goldin y Freye desistieran del Pathos innecesario. Los poemas son recitados sugestivamente y con emoción… La sangre española corre también a través de las, en parte, muy antiguas canciones populares. Suzanne McLeod le otorga una ‘respiración’ polifacética y fuertemente expresiva. Los solos, dúos o escenas grupales están por momentos llenos de sufrimiento, a veces son extraños y otras tantas grotescos. Elementos de danzas tradicionales españolas fluyen una y otra vez  en la coreografía. Todos los intérpretes de la velada están conjuntamente durante las dos horas sobre el escenario, vestidos de manera oscura y refinada. Los hombres con traje, las mujeres con vestidos de la época. “Schwarze Engel” (Ángeles negros) son todos. Negros como la noche, el duelo, el sufrimiento. Ángeles, porque tienen alas a través de su arte, son mensajeros, salvadores y redentores… Y por esto la velada posee algo oscuro y lento, algo de la profundidad de la noche andaluza, del rojo de la sangre y de la fuerza del vino, pero también habla del amor, la esperanza y la redención, y también en la creencia de una España entre la tradición y la modernidad. Es una velada para sumergirse y probar, un bocado exquisito.”

Nina Wittemer, WDR 3, Resonanzen, 17 de junio de 2002


“… Con el fusilamiento por los falangistas durante la guerra civil española terminó la vida del poeta, músico y pintor Federico García Lorca, que se definía a sí mismo como una persona apolítica, pero que a través de su crítica a una sociedad brutal e inhumana, se convirtió en una víctima de los poderes políticos. Con rituales sombríos, la dama en duelo (Annarita Pasculli) y el verdugo comienzan la velada lorquiana de Goldin, “Schwarze Engel” (Ángeles negros), en la sala del Teatro Municipal de Münster… Duelo, miedo de muerte, añoranza del amor satisfecho, dominan ‘sus’ poemas lorquianos. La mayoría de sus mujeres en sus tragedias son “ángeles negros”… Annarita Pasculli las reencarna con una tranquilidad inquietante y una elegancia mortuoria: un ángel de la muerte con una figura polifacética.”

Marieluise Jeitschko, Westfälische Nachrichten, 17 de junio de 2002


“… los bailarines escuchan atentamente los poemas de Lorca, versos trascendentes entre moridera y ganas de vivir, de gitanos y toreros de una Andalucía arcaica, de noches de verano llenas de estrellas y calores sofocantes. Ekkehard Freye los recita articuladamente y casi con frescura juvenil, con una distancia suficiente al Pathos, que le hubiese podido dar a los versos… Annarita Pasculli baila como única mujer entre los hombres: extiende sus brazos como si fueran alas, gira lentamente, sube los hombros y brinca con la cabeza gacha como si fuera un caballito andaluz. De vez en cuando cierra su abanico como un arma. Los hombres la imitan frenando un poco el tiempo, mecen el torso de ella, parecen arrancar flores imaginarias. Muy lentamente fluyen sus movimientos, las reverencias galantes terminan en impulsos contenidos.”

Basil Nikitakis, Süddeutsche Zeitung, 18 de junio de 2002


“… La muerte como parte del tiempo de la vida: “si muero, dejad el balcón abierto”. Fascinados, los espectadores escuchan con atención el recitado de los expresivos poemas de Lorca… En su proyecto “Schwarze Engel” (Ángeles negros) el coreógrafo y director Daniel Goldin une ambiciosamente recitado, canto y danza. Él atrapa al público en el mundo de Lorca, en terrenos añorantes y melancólicos… Suzanne McLeod canta folklore español y cantos procesionales con un timbre muy alejado de lo ornamentado y el kitsch. Tampoco los bailarines se pierden en los clichés conocidos de siempre: los elementos del folklore español son insinuados, pero por sobre todo la coreografía sigue su propia expresión, la cual atrapa la melodía del lenguaje de la lírica, logrando así una atmósfera… Es una velada con intérpretes impresionantes, que mantiene atrapado… al público.”

Petra Faryn, Die Glocke, 19 de junio de 2002


“… En la segunda parte se decide la estricta representación, mantenida constantemente en una tonalidad oscura, cambiar hacia movimientos llenos de fuerza… es más fuerte y mucho más potente en las imágenes… Entonces el director del Tanztheater de Münster, el argentino Daniel Goldin, le otorga de buen grado a los textos de García Lorca, que de manera progresiva se convierten en textos políticos, también un entorno teatral y dancístico, en el cual florecen y desarrollan una extraña capacidad explosiva. Cuando el grupo masculino se encuentra sólo escuchando con intensidad, acompaña los textos y las canciones…de manera repentina con movimientos sincrónicos, que realzan irónicamente el mensaje de García Lorca. Acosan al orador… juegan con un teatro de títeres y derraman bromas amargas sobre las, despreciadas de esta manera por García Lorca, tropas policiales de la Guarda Civil.  Y aún más cuando crean una nueva fila de espectadores en la platea del teatro de Münster para escuchar atentamente la “Charla sobre el teatro” - que en el caso de Freye se siente como que no hubiese estado escrita en 1935 sino en la actualidad - la escena resulta de un frescura vivaz: no como un respetuoso recuerdo de lo pasado, sino que el presente se pone como un espejo por delante y anuncia la continua actualidad de un poeta, que los fascistas españoles asesinaron en 1936, porque odiaron hasta la muerte a un espíritu libre como él…”

Jochen Schmidt, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 21 de junio de 2002


“… El flamenco y el fandango son ocasionalmente ‘citados’ por los bailarines y la cantante a través del zapateado, del palmeado, las castañuelas y las poses típicas. Goldin se mantiene realmente alejado de una velada folklórica. Él encontró, en su nuevo ‘retrato de artista’, un buen camino que muestra la diversidad del legado artístico de García Lorca, a través del trabajo conjunto con los elencos de música y actores.”

Marieluise Jeitschko, Neue Westfälische, 26 de junio de 2002


“… En “Schwarze Engel” (Ángeles negros) el director de danza de Münster, Daniel Goldin, muestra conjuntamente con seis bailarines, una cantante y un actor, un retrato inusual y compacto del español. Una velada sin sentimentalismo, sino con una refinada y balanceada melancolía mediterránea.”

Andreas Meyer, PRINZ Ruhrgebiet, Septiembre de 2002


“Daniel Goldin comienza su velada sobre García Lorca con el fin del más significativo poeta popular, que los españoles aman como a ningún otro. Y cuando el actor Ekkehard Freye como Lorca pide enfáticamente: “si muero, dejad el balcón abierto”, el público aprieta los labios, quedándose sin palabras por la emoción… Su obra interdisciplinaria que une texto, música, canto y danza, es una reverencia ante el poeta… Atmosféricamente Goldin se acercó mucho al poeta: están presentes el calor andaluz, la ancestral austeridad formal católica española, la fuerza elemental de la naturaleza. En esto, “Schwarze Engel” (Ángeles negros) es ceremonioso como un réquiem y melancólico como una elegía. Es bueno que el coreógrafo pusiera con la danza un contrapunto tierno e irónico - como una lluvia de verano que hace soportable el bochorno melancólico… El vocabulario de movimientos de Daniel Goldin, tanto en las escenas grupales y como en los solos, encuentra un tono agradable como de balada que podría tener una velada de danza puramente abstracta.”

Bettina Trouwborst, ballettanz, Agosto / Septiembre de 2002

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